Cuña de 200 gr. Elaborado con leche pasteurizada de vaca, el queso brie es uno de los quesos franceses más populares del mundo gracias a su cremosidad y su corteza blanca de textura aterciopelada. Es un queso versátil que permite disfrutarlo tanto en frío como caliente, con corteza o sin ella, para elaborar postres o aperitivos e incluso empanado. Es también ideal para comerlo solo, con embutido o para dar un toque de sabor único en cualquiera de tus platos del día a día.
Cuña de 200 gr. Elaborado con leche pasteurizada de vaca, el queso brie es uno de los quesos franceses más populares del mundo gracias a su cremosidad y su corteza blanca de textura aterciopelada. Es un queso versátil que permite disfrutarlo tanto en frío como caliente, con corteza o sin ella, para elaborar postres o aperitivos e incluso empanado. Es también ideal para comerlo solo, con embutido o para dar un toque de sabor único en cualquiera de tus platos del día a día.
Bote de 500 gr. El Kéfir Pastoret se elabora siguiendo un cuidadoso proceso de elaboración. Gracias a una fermentación más lenta, obtenemos un kéfir menos amargo, astringente y ácido, consiguiendo una textura líquida y ligera, que proporciona un toque muy suave al paladar. Elaborado con leche fresca de vacas que pastan en libertad.
Cuña de 220 gr. Nuestro 7 Coronas Semicurado es una mezcla magistral de leche pasteurizada de vaca, cabra y oveja, con un mínimo del 50% de leche de vaca, un 10% de leche de cabra y un 10% de leche de oveja. Su equilibrio perfecto de sabores se logra gracias a la cuidadosa selección de ingredientes de alta calidad. Además, su corteza no comestible está diseñada para preservar su frescura y autenticidad.
Cuña de 200 gr. Es uno de los quesos de oveja de mayor calidad del Valle del Roncal. Está elaborado con leche de oveja latxa y rasa, procedente de rebaños del mismo valle. En la nota de cata expresa un sabor ligeramente picante, recio y pronunciado, siendo mantecoso al paladar.
Cuña de 325 gr. Su textura es firme, de color paja, sabor dulce y semigraso que recibe su nombre de la región holandesa llamada Gouda. Su corteza está recubierta de parafina amarilla. Presenta ojos en número variable y su sabor es ligeramente acaramelado con notas a nueces y muy suave.